“Síndrome de las ventanas” de Francisco Trías de Bes.
Creo que este problema al que se ha llamado “síndrome de las ventanas” se debe a que sobre todo los jóvenes, que son en quien más se ha dado, tienen problemas para poner toda su atención y esfuerzo en una sola tarea, que puede deberse por varios motivos. Uno puede ser que la realización de una sola tarea o incluso de un par de ellas les parece algo muy sencillo y en lo que no se ven realizados sintiendo la necesidad de realizar más tareas a la vez que las otras ya empezadas sin haber acabado estas, con lo que al final quedarán todas sin hacer, las que empezó y las que hizo después por aburrirse de las ya empezadas; y otro motivo puede ser que la realización de una tarea no suponga una motivación lo suficientemente grande con para ser acabada, y se busque esa motivación en la realización de otras tareas hasta encontrar una que merezca la pena ser acabada, aunque en ese momento tengas ya diez empezadas sin acabar.
Estos problemas de concentración y motivación se trasladan luego a la escuela haciendo que los alumnos no se enteren de nada en clase y tengan problemas para encontrar la concentración necesaria para el estudio y preparar un examen, y es en la escuela donde se debe empezar a solucionar este problema proponiendo a los alumnos tareas que los motiven para su realización y que se concentren plenamente en ellas, con lo que se mejoraría su capacidad de atención.
Creo que este problema al que se ha llamado “síndrome de las ventanas” se debe a que sobre todo los jóvenes, que son en quien más se ha dado, tienen problemas para poner toda su atención y esfuerzo en una sola tarea, que puede deberse por varios motivos. Uno puede ser que la realización de una sola tarea o incluso de un par de ellas les parece algo muy sencillo y en lo que no se ven realizados sintiendo la necesidad de realizar más tareas a la vez que las otras ya empezadas sin haber acabado estas, con lo que al final quedarán todas sin hacer, las que empezó y las que hizo después por aburrirse de las ya empezadas; y otro motivo puede ser que la realización de una tarea no suponga una motivación lo suficientemente grande con para ser acabada, y se busque esa motivación en la realización de otras tareas hasta encontrar una que merezca la pena ser acabada, aunque en ese momento tengas ya diez empezadas sin acabar.
Estos problemas de concentración y motivación se trasladan luego a la escuela haciendo que los alumnos no se enteren de nada en clase y tengan problemas para encontrar la concentración necesaria para el estudio y preparar un examen, y es en la escuela donde se debe empezar a solucionar este problema proponiendo a los alumnos tareas que los motiven para su realización y que se concentren plenamente en ellas, con lo que se mejoraría su capacidad de atención.
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